Bogotá, el vuelo...
Como les contaba en la entrada anterior, el puente del 16 de Septiembre decidí pasármelo en Bogotá con él. Era un viaje corto y buscábamos un destino en el extranjero, a no más de 6 horas de vuelo y que nos saliera económico, después de buscar y buscar ahí estaba: Bogotá, Colombia.
El vuelo lo compramos en Wingo, una línea aérea low-cost perteneciente a Avianca. El boleto salió en $2,700 pesos ($145 USD) redondo saliendo de Ciudad de México. Una mega ganga.
El servicio de la aerolínea fue bueno. No espectacular pero muy buena relación calidad - precio. Fue como volar con Volaris (sin los retrasos). Aunque el vuelo de casi 5 horas en un Boeing 737-700 no es algo muy cómodo. Pero insisto, por el precio no se podía pedir más.
Allá en el avión igual que en Volaris o Vivaaerobús, no te dan nada. Tienes que comprar el refresco o el snack, sin embargo aquí sí hubo una situación terrible: en el vuelo CDMX - Bogotá no te aceptan ni pesos mexicanos ni pesos colombianos, no. Sólo dólares americanos. Moneda que obviamente no llevábamos porque no pondríamos (ni quiero) un pié en el país de Trump.
Llegamos a Bogotá a las 7 de la madrugada. Por cierto, sólo viajamos con equipaje en cabina. No documentamos nada por aquello de las historias de terror que vemos en Alerta Aeropuerto de National Geographic.
Migración fue bastante rápida. Los colombianos son las personas más amables del mundo y el aeropuerto de El Dorado cumple. No es lo más hermoso del mundo pero es bastante eficiente. Definitivamente mucho más que el viejo aeropuerto de la CDMX.
El vuelo lo compramos en Wingo, una línea aérea low-cost perteneciente a Avianca. El boleto salió en $2,700 pesos ($145 USD) redondo saliendo de Ciudad de México. Una mega ganga.
El servicio de la aerolínea fue bueno. No espectacular pero muy buena relación calidad - precio. Fue como volar con Volaris (sin los retrasos). Aunque el vuelo de casi 5 horas en un Boeing 737-700 no es algo muy cómodo. Pero insisto, por el precio no se podía pedir más.
Allá en el avión igual que en Volaris o Vivaaerobús, no te dan nada. Tienes que comprar el refresco o el snack, sin embargo aquí sí hubo una situación terrible: en el vuelo CDMX - Bogotá no te aceptan ni pesos mexicanos ni pesos colombianos, no. Sólo dólares americanos. Moneda que obviamente no llevábamos porque no pondríamos (ni quiero) un pié en el país de Trump.
Llegamos a Bogotá a las 7 de la madrugada. Por cierto, sólo viajamos con equipaje en cabina. No documentamos nada por aquello de las historias de terror que vemos en Alerta Aeropuerto de National Geographic.
¡Aterrizando! |
Migración fue bastante rápida. Los colombianos son las personas más amables del mundo y el aeropuerto de El Dorado cumple. No es lo más hermoso del mundo pero es bastante eficiente. Definitivamente mucho más que el viejo aeropuerto de la CDMX.
El exterior del aeropuerto |
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